RECTA FINAL - El cambio en Chovet está en marcha.

HOY ... HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA ...

LLEGO EL MOMENTO, horas nada más nos separan de las proximas elecciones comunales, y todos sabemos que Chovet necesita un cambio.
En el FRENTE PROGRESISTA CIVICO y SOCIAL somos un grupo de vecinos convencidos de representar la UNICA ALTERNATIVA capaz de brindar, a nuestro pueblo, un CAMBIO SEGURO. Tenemos la voluntad y la capacidad para afrontar el desafío que esto representa.

Usted nos conoce, y bien sabe de nuestra honestidad indiscutible, y nuestro pasado intachable.
Es hora de mirarnos a la cara y saber que TODOS JUNTOS, somos MÁS.
Primero CHOVET, siempre.

domingo, 23 de agosto de 2009

PRESIDENCIABLE ... JAJAJAJAJA ... CONTATE OTRA

23-08-2009 - Por Alberto Lotuf para Diario Crítica de la Argentina.

¿Qué piensa el Lole?
Es una ardua tarea comprender el arte de la duda en Carlos Reutemann. Más complicado es entender que una figura política con aspiraciones presidenciales, en los momentos críticos, carezca de la información necesaria.

Por estos días se lo ve ofuscado, sorprendido, casi irascible. Intenta explicar que desconocía las razones por las que Roxana Latorre, su eterna compañera en el Senado, su vocera e intérprete de sus frases encriptadas, firmó el despacho en comisión que permitió al gobierno nacional tratar y aprobar en la Cámara Alta el proyecto que prorroga las facultades delegadas al Ejecutivo, incluyendo la potestad de fijar retenciones al agro.
Es difícil entender que un líder político desconozca de dónde provienen y cómo pueden actuar los miembros de su equipo. La actitud de Latorre, de hecho, no fue tan sorprendente. Cabe recordar que en 2007 fue ella quien inauguró el primer espacio en la provincia donde se auspiciaba la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner.
Pero no es el único caso. Reutemann no podía desconocer que Juan Carlos Mercier fue ministro de Hacienda durante el proceso militar. Es difícil pensar que nadie le informó los antecedentes Rodolfo Riegé, acusado por más de 40 desapariciones, que pese a todo juró como subsecretario de Seguridad Pública de la provincia. Tampoco es sencillo comprender qué virtudes encontró en Enrique Álvarez, para ocupar el mismo puesto durante la crisis del 19 y 20 de diciembre de 2001, que arrasó con la vida de 8 santafesinos.
Qué decir de su candidato Echeverría, aquel senador sanlorencino que eligió para postular en 1995 a gobernador y que debió bajarlo porque no medía en las encuestas (le decían ‘Echevequé’, porque casi nadie lo conocía) y aceptar que fuera Jorge Obeid el candidato.
Cómo olvidar a su auspiciado Jorge Massat, otro ladero de hace muchos años que terminó involucrado en casos de corrupción y tráfico de influencias.
El senador reelecto tiene aspiraciones presidenciales. Afirmó hace unos meses que si ganaba “por un voto” se presentaba, y en las últimas horas le cargó con el saco a Eduardo Duhalde. En un pase de manos, el ex piloto inauguró un nuevo tipo de candidaturas, las “discursivas”.
Si realmente tiene interés por llevar los destinos del país, hay errores que no pueden repetirse. Llevar a la Corte Suprema a su primo o a su abogado personal son ejemplos que la sociedad no verá bien. Es un acto con esencia menemista, una franquicia pasada de moda.
Por desgracia, hacer memoria no debe ser sencillo para el senador. Si bien la Justicia indicó que no es responsable de las muertes y los daños causados por la inundación de Santa Fe, el recuerdo de un tercio de la ciudad bajo agua lo acompañará por siempre. La Universidad Nacional del Litoral sigue diciendo que avisó, pero las medidas de prevención no se tomaron. Bastaba con leer las páginas del diario El Litoral, a medida que avanzaba la inusual creciente del Salado, un río de llanura que avisaba y daba tiempo a tomar paliativos urgentes en barrios que resultaron condenados. Después llegó su esmero en el momento de la tragedia. Nadie puede criticarlo por haber sido solidario. La diferencia es que de un líder refrendado en todas las ocasiones con cataratas de votos se espera previsión y solución.
Carlos Reutemann y Jorge Obeid gobernaron la provincia por 16 años. En ese tiempo se privatizó dos veces el Banco de Santa Fe, se privatizó y reestatizó el servicio de agua, se desfinanció la Empresa Provincial de Energía (EPE) y se entregó el juego a Cristóbal López, un allegado directo al ex presidente Néstor Kirchner. No es fácil creer que Obeid, como Latorre, decidieran acciones importantes sin consultar a su líder político. El Lole ha hecho del arte de aparecer y desaparecer de súbito todo un estilo de política que hasta aquí le sigue rindiendo. No sólo por su mérito; también por la incapacidad del justicialismo provincial de generar un líder nuevo, y por la torpeza del socialismo y del radicalismo de no saber ni poder eclipsar su influjo a la hora de competir cuando su apellido aparece en el cuarto oscuro. El apoyo que viene revalidando en las urnas parece justificarlo ante cada cuello de botella: no sabía, no tuvo la culpa, no se dio cuenta, lo traicionaron. Todas son frases permanentes de sus apologistas, algunos mencionados en este artículo durante todas las gestiones. Dudosa manera de defenderlo. Nunca fue responsable de nada de lo que ocurrió a su alrededor.
El hombre que duda, el que calla, algún día tendrá que decir lo que piensa. Deberá contarnos porqué apoyó al menemismo, porqué acompañó los proyectos de Kirchner, qué modelo de país sueña, si es que quiere ser presidente.
Es probable que tenga buenas y nobles razones, es necesario que las explique, especialmente a quienes no lo votaron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puede dejar su comentario sobre la entrada elegida. Desde ya muchisimas gracias por participar.

Simplemente ... GRACIAS !!!